martes, 3 de enero de 2017

FERNÁNDEZ DE LA MORA (Y 4). Y CAPERUCITA SE COMIÓ AL LOBO






A los más jóvenes habría que recordarles que el nocivo Partido Popular de hoy tiene su origen en aquella Alianza Popular que fundara Manuel Fraga junto a otros ministros de distintos gobiernos de Franco. Muchos de ellos consideraron que podrían seguir prestando servicios a España en la nueva etapa democrática que se alumbraba en la llamada transición y de la que los decentes salieron por pies como gatos escaldados cuando comprobaron la deriva de aquel proyecto que nada tenía que ver con la grandeza, el desarrollo y el futuro sano, independiente y de grandeza de una nación y un pueblo que iba a verse engañado, trilado y entregado sin sopesar las consecuencias. Gonzalo Fernández de la Mora fue uno de aquellos hombres, y estas algunas de las reflexiones sobre aquella etapa.

Al rey Juan Carlos no le hizo mucha gracia el nacimiento de Alianza Popular y así se lo hizo saber a Fernández de la Mora con menosprecio a los fundadores, Fraga incluido, salvo Licinio de la Fuente. No tuvo empacho el futuro campechano en hacerle la observación de que lo mejor es que hubieran apoyado a Suárez aunque fuera en segunda línea y pudo comprobar cómo los que así se condujeron no fueron perseguidos pero "abjurar fue lo políticamente rentable. Un precio leonino para el decoro personal".

"El 9 de octubre de 1976 la junta de fundadores de Alianza Popular hizo público un manifiesto que constaba de catorce puntos, uno de los cuales decía a propuesta mía: Rechazamos toda ruptura y exigimos respeto para la obra de un pueblo durante casi medio siglo"
El 21 de octubre se presentó el partido en Madrid y Fraga dijo: "La palabra franquista no nos deshonra y consideramos la autoridad como una riqueza que tienen los pueblos"
Por aquella época el ABC, siempre admirador del Caudillo al que debía su propia existencia, todavía hacía panegíricos del Generalísimo, aunque en un futuro muy cercano y tras "un giro innoble y oportunista se convertiría en uno de los más rencorosos detractores de la persona y la obra de Franco".





Llegadas las primeras elecciones donde Fernández de la Mora se presenta por Pontevedra sería "El gobernador de la provincia quien, como Secretario General, disolvería poco después el Movimiento que dirigía. Eran los comienzos de un carnaval político del que aún no hemos salido, y que tuvo una vívida metáfora en la peluca que se calzó el genocida de Paracuellos paa reaparecer en las calles que, ensangrentadas, hubo de abandonar, derrotado, en 1939, para ser invitado habitual de Stalin y Ceaucescu".
"No me fue difícil adivinar la corrupción que traería la partitocracia, aunque me quedé muy corto en las previsiones.
En aquel crítico año de 1978 un ministro de Hacienda, que luego se reveló com un submarino socialista infiltrado en el partido supuestamente centrista, decidió practicar el rencor fiscal y resolvió someter a exhaustiva investigación a los altos cargos de la era de Franco....
...Ni uno solo de las decenas de altos cargos investigados se le pudo acusar de culpa. Más que de terror fiscal, se trató de rencor fiscal, pues ya no cabía amenazar sobre el pasado, sino ejercer una retrospectiva venganza, claro exponente del revanchismo político que se practicaría sistemáticamente por los supuestos usufructuarios de la II Restauración contra los gobernantes que la habían propiciado y que, con honestidad ejemplar, habían llevado a España hasta el momento más próspero de su pasado, en 1975".
Con la victoria mayoritaria de la UCD "fui adscrito a las Comisiones de Constitución y Hacienda. En esta última me opuse a la leva de impuestos que decidió Fuentes Quintana y que inició la más acelerada escalada fiscal de la historia de España y de la Europa contemporánea. Y presenté numerosas enmiendas a la Constitución. Defendí la que rechazaba la contradictoria redacción del artículo segundo sobre la unidad nacional de plurales nacionalidades, el acertijo jurídico más famoso de nuestro derecho público, dramático por las tendencias que alentaba. Comprendí que no tenía sentido alguno tratar de argumentar ante una mayoría ucedista que, en almuerzos y cenas con los socialistas y nacionalistas, pactaba cada artículo al margen del Parlamento, y hacía oídos de mercader al debate. El presidente de la Comisión, el democristiano Attard, se ruborizaba, a veces, del papelón que tenía que representar en aquella farsa; pero la disciplina de partido se le imponía inexorablemente.......Lo más sustancioso del debate en la comisión constitucional fue el alegato que, en nombre del partido socialista, leyó el señor Gómez Llorente en favor de la República. Luego este diputado desapareció de la nomenclatura del PSOE y, quizás huyendo del despotismo interno y de la corrupción, se retiró a la modesta docencia. De esos socialistas quedaron tan pocos, que no tengo noticia de ningún otro.
El delicado título VIII sobre las autonomías -la confusa aportación de las constituyentes al Derecho público- también fue previamente pactado por el Gobierno con los nacionalistas, y la discusión parlamentaria resultó inútil. Desde el punto de vista técnico era, en parte, un título lleno de contradicciones internas y, en parte, un galimatías de plurales y discrecionales vías de acceso al autogobierno".

"Más de un millar de cobardes crímenes y el creciente resquebrajamiento de la unidad de España me han dado la razón y han desautorizado dramáticamente a los padres de la Constitución vigente; pero ¿quién se acuerda? Un pueblo sin memoria está condenado a no aprender de la experiencia histórica. Al español, improvisador y olvidadizo, los dirigentes de la II Restauración se han esforzado en desmemoriarlo y aún en falsificar el próximo pasado. Con la tragicomedia de la comisión constitucional se inició el carnaval político.
A propuesta mía, el grupo de Alianza Popular se retiró de la comisión el 23 de mayo, día en que la ficción parlamentaria batió una marca. Los clandestinos compromisos de la víspera entre centristas y socialistas llevaban a aprobar decenas de artículos muy importantes en pocos minutos.....para evitar cualquier sorpresa, el 17 de julio dirigí a Fraga (que había presionado para volver a la comisión) una carta anunciándole que me proponía votar negativamente el proyecto de Constitución, porque incluía artículos para mí inaceptables sobre la unidad nacional, la familia, la educación y el modelo económico. Y así lo hice seis meses después en el pleno de las Cortes".





"Los que no teníamos la política como monopolístico destino de nuestras vidas preferimos quedarnos al margen con nuestras lealtades. De los siete fundadores, sólo Fraga se plegó para, atravesando el desierto hasta el desplome ucedista, seguir en la cosa pública, aunque finalmente se retirara a su tierra natal. La convivencia en la junta directiva de Alianza Popular se fue haciendo cada día más difícil a causa del personalismo de alguno de sus miembros. Cuando Fraga anunció que presentaría al genocida de Paracuellos en el conservador Club Siglo XXI, decidí plantear la cuestión en la junta, porque no me parecía una anécdota personal, sino que semejante acción del secretario general afectaba a la imagen de la coalición. El protagonista nos anunció que, cualquiera que fuese el resultado de la votación, su decisión estaba ya tomada. No obstante, a petición mía, los ocho presentes empezaron a emitir sus opiniones, y cuando el tesorero, señor Piera, iba a pronunciarse, como otros, en contra de la presentación del líder comunista, Fraga dijo con rotunda voz: -A usted lo he designado yo y votará lo que yo diga...Decenas de socios del club se dieron de baja por aquel acto que fue el principio de un proceso de descomposición. Se podía defender a Carrillo; pero no citar a Franco".






"En una intervención en el Pleno de las Cortes por alusiones, osé decir:-Venimos del pleno empleo-. Y fui abucheado por el centro y la izquierda iracundos. De la era de Franco no se podía dar ni los datos estadísticos, inquisitorial e inocuo dictado que perdura, aunque la oficina comunitaria Eurestat publique ya alguna serie histórica que pone de manifiesto de qué alturas veníamos y en qué hondanadas estamos cayendo. Al cabo de veinte años, y transcritas desde Bruselas, algunos periódicos se atreven a dar, sin comentario, las cifras tácitamente acusatorias del gran coste nacional de los errores del cambio político.
¿Por qué fracasó el intento originario de Alianza Popular? Creo que los pueblos no han gobernado nunca y no gobernarán jamás. Sólo hay una forma institucional, la oligarquía renovada por cooptación. Lo que en la edad contemporánea se denomina democracia es aquel sistema en que dos o más oligarquías aspirantes recurren periódicamente -cada tres o más años- a una votación censitaria o relativamente universal, para que, entre manipulaciones publicitarias, se resuelve quién va a detentar el poder. Cuando los partidos monopolizan los cauces de representación, tienden a la fusión de los poderes ejecutivo y legislativo, y se financian por vía estatal, la democracia reviste la subespecie que suele denominarse partitocracia, y que es la establecida en España por la Constitución de 1978 y legslación complementaria.
En los regímenes partitocráticos las posibilidades del elector quedan reducidas a un mínimo: relevar a una de las oligarquías contendientes que, sin embargo, puede continuar usufructuando los privilegios de la oposición y disponiendo de dinero público. nada más. Sería, pues, retórico afirmar que el pueblo español quiso reemplazar el Estado de las Leyes Fundamentales por el de la Constitución de 1978. Esa decisión la tomó la pequeña minoría que fue elevada al poder en sustitución de Arias y de Rodríguez Valcárcel, al frente del Gobierno y de las Cortes y del Consejo del Reino. El aturdido censo electoral se dejó llevar por los medios de comunciación".

Sólo tras la llegada de una nueva generación de jóvenes al frente de los órganos del partido haría que, a cambio de renegar públicamente del pasado próximo de España, fueran reconocidos como alternativa por los fabricantes de opinión. Y así, como la izquierda, incluida la más criminal, nunca abjuró de su pasado criminal, "la herida, generosamente cicatrizada en los años sesenta, no ha dejado de ser excitada artificiosa, cruel y cínicamente. Una fabricación orwelliana del pasado ha sido la obsesión permanente de la historiografía marxistizante con la compañía de algún acólito extrañamente resentido. Los seriales televisivos y las biografías, como la impresentable del ex marxista Preston, subvencionados por el gobierno socialista, presentan una versión de los acontecimientos que resulta irreconocible para quienes lo vivimos. Burdo, y a la vez, patético. El antihistorismo se retrotrajo hasta el siglo XV con ocasión del V Centenario del descubrimiento y colonización de América por los españoles. Los portavoces oficiales se sumaron asombrosamente a los rancios tópicos de la leyenda negra, hace mucho tiempo desmentidos por la investigación rigurosa. Mezcla explosiva de masoquismo y de rencor".
"Franco ya no existe; pero un sector importante de la llamada izquierda, al propugnar la ruptura, niega, además de Franco, la legitimidad y la legalidad de nuestro Estado. Sus instituciones no sólo existen, no sólo son las más eficaces que hemos tenido, por lo menos en la edad contemporánea, sino que son las que sustancialmente apoyamos los que no hemos desertado de nuestras lealtades. Hay mucho del pasado que existe y que debe seguir existiendo porque forma parte del mejor patrimonio de España".
"El marxismo nos aplicó su más vetusto truco dialéctico, el de llamar fascista a todo lo que se le opone. Es un improperio grotesco, porque nuestro humanitarismo es lo contrario del totalitarismo; y es inútil, porque no por eso bajaremos la guardia frente al máximo agresor de la civilización occidental. Desde otra orilla, los que se ruborizan de su pasado político, los que vergonzantemente se definen según la moda de cada momento, nos acusan de inmovilizarnos en el ayer, reproche también absurdo, pues venimos de un pasado que ha sido el más renovador de nuestra historia contemporánea, y porque nuestro talante es mucho más avanzado que esa nueva versión del liberalismo oligárquico de levita, que increíblemente pretende estar a nuestra izquierda".
"Y a los jóvenes les proponemos la crítica razonable frente al lavado de cerebro a que los somete el marxismo; la realización personal frente al consumismo; y los valores de la inteligencia, la jerarquía y del decoro frente al resentimiento, la demagogia y el encanallamiento".

Y aquellos que pretendieron una derecha continuadora y a la vez mejoradora de la herencia recibida se encontraron con que el instrumento que alumbraron se entregó con armas y bagajes a la ruptura que ha llevado España al fracaso total y llegaron los Aznares, Rajoys, Sorayas, Celias, Camps, Bárcenas, Ritas y demás valedores de una política afeminada y anti española y sólo les quedó una salida honrosa por la puerta de atrás.

viernes, 25 de noviembre de 2016

MENTIRA, TRAICION Y FELONIA. FERNANDEZ DE LA MORA (3)










SOBRE FRANCO

"...Era muy diferente de su pueblo; pero conocía tan bien sus defectos como sus cualidades. La capital virtud política de Franco era la serenidad. Nunca le vi ni crispado ni con prisas. No se desentendía de nada que fuese de su competencia y atacaba los problemas, pero sin nervios, sin premuras. Este talante en la cúpula irradiaba una general sensación de tranquilidad, de seguridad y de normalidad que permitía a los funcionarios, a los empresarios y a los asalariados trabajar sin la angustia de un brusco viraje, de un vacío de poder o de un hiato nacional. En la paz, el templado sosiego de Franco hizo de España una nación confiada y laboriosa.
Su sobriedad era extrema, su atuendo era sumamente sencillo. Cuando vestía el uniforme sólo usaba la cruz laureada de San Fernando. Su sempiterno traje gris, cien veces replanchado, revelaba ruborosamente, al reflejo de la luz, sus muchos años. Su ajuar personal era casi de campaña, empezando por el reloj y la pluma trasnochados. Sus habitaciones privadas en El Pardo parecerían poco habitables a muchos burgueses medios. El viejo automóvil de los viajes oficiales y particulares funcionaba perfectamente gracias a la pericia del mecánico. El presupuesto de la jefatura del estado se mantuvo siempre en cifras ridículas. Se abstuvo siempre de toda actividad mercantil o especulativa. Practicó el antinepotismo. Le repugnaba cualquier especie de corrupción, y su ejemplo contribuyó a robustecer la decencia de las administraciones públicas. Al cabo de cuarenta años de ejercicio de la soberanía, no legó más bienes que sus modestos ahorros de octogenario soldado.
Este fue el hombre que, después de muerto, algunos resentidos, incluso compatriotas, siguen cubriendo de improperios tan gratuitos como burdos. Cantaba el salmista que los labios expresan lo que rebosa el corazón. Cuando lo que brota de ciertos ánimos es hiel, ¿por qué no lo vierten en lugares excusados, por higiene propia y por respeto a los demás? Aunque, a su pesar, vienen tácitamente a enaltecer al personaje, porque ¿quién se ocupa de figuras tan insignificantes como Luis I, Fernando VI o Alfonso XII? Sólo los egregios como Fernando el Católico, Carlos V.
las gestas más trascendentales de dos milenios de historia de España han sido la romanización, la cristianización, la unidad nacional, el descubrimiento y la colonización de América, la revolución industrial y la transformación del proletariado en clases medias. Dos de esos magnos hechos son logros de la era de Franco.
Franco es el gobernante más honesto que ha tenido España y el más eficaz, por lo menos, desde Felipe II.......Creo que la pena más profunda de Franco en sus últimos años fue asistir, silencioso, a la creciente hostilidad de la jerarquía de una Iglesia que él había salvado de la demolición".
"Cuando comparo a aquellas personas,(los gobernantes que conoció en la época de Franco), con las que en nuestra partitocracia se disputan por todos los medios hasta la última parcela de jurisdicción, aquellos me parecen franciscanos de la política, casi ascetas del poder. Este era también el caso arquetípico de Franco, a quien sus obsesivos detractores quieren presentar como sediento de lo que más detestaba, las cosas de la política. Como le decía a Pemán:"no se meta usted en ellas", no ejercía de cínico, sino de sincero."

SOBRE DON JUAN

"...tuve ocasión de mantener largas conversaciones con él y de sentarme a su mesa; pero me resulta imposible citar una sola sentencia suya para la pequeña historia".

SOBRE CARLOS ANDRES PEREZ

"Este impresentable personaje fue luego distinguido con la admirativa amistad de un socialista, presidente del Gobierno español, y con generosos créditos estatales. Su presunto progresismo dejó empobrecido a un país de inmensas riquezas naturales".

TRANSICION

"A mi lado solía tomar asiento el Teniente General Campano, de valeroso comportamiento durante la guerra civil y reiteradamente distinguido con puestos de alta responsabilidad. Me sorprendió su inseguridad doctrinal y su docilidad a las consignas gubernamentales, lo que me indujo a pensar que el Ejército estaba dejando de ser columna vertebral"
"¿Qué había sucedido? Después de explorar las fuentes principales, incluso al propio rey, he llegado a la conclusión de que don Juan Carlos, que encontraba a Arias insuficientemente dispuesto al desmontaje completo del Estado de las Leyes Fundamentales, había sido persuadido de que la proyectada reforma parcial prolongaría su vigencia y que retrasaría la instauración de una partitocracia, que era el objetivo real y el de nuestros vecinos, a la cabeza de ellos Francia. Las logias, que detestaban a Arias por haberlas perseguido, estaban en análoga línea de cambio total"







(Conversando con Arias)-"Cuando comprobé que las Fuerzas Armadas no acababan de aclarar su posición, decidí abandonar. Tras un breve silencio añadió:
- Había, además, la tabarra de la masonería que yo tenía casi ya olvidada.
- Por ejemplo- le dije.
- Pues un ejemplo. Cuando yo era Director General de Seguridad, entre nuestros informadores figuraba un oficial de infantería excedente, un tal Gutiérrez Mellado, que nos suministraba periódicamente noticias sobre las actividades clandestinas de los comunistas. Por cierto, que tardíamente averigüé que los mismos documentos se los facilitaba al Estado Mayor. Un día quiso verme para hacerme entrega de algo que afirmaba ser sumamente confidencial. Finalmente accedí a recibirle y me entregó una lista manuscrita de altos mandos militares supuestamente afiliados a las logias. Se la trasladé al ministro Alonso Vega, quien se la presentó a Franco. El Generalísimo, después de leerla, dijo:"Ni son todos los que están ni están todos los que son. Y pasó a otro asunto....Pasaron los años y, en uno de mis primeros despachos con el recién proclamado rey, me pidió que le llevara esa nota manuscrita de la que nunca le había hablado. me asombró que conociera la existencia de taqn rancio y reservado papel. No tuve tiempo de buscarlo, y en el siguiente despacho me lo reclamó de nuevo. Me excusé. La escena se repitió dos semanas después y entonces Don Juan Carlos sacó del bolsillo una bolsita de pasas, y dándomela, sentenció: "Son muy buenas para la memoria". Comprendí que su interés era muy serio. Localicé el documento y se lo entregué una quincena más tarde. No recuerdo si lo guardó o lo destruyó delante de mí. Conservo una fotocopia. Los cofrades se han despertado y son infatigables. Ahora sospecho que en mi gobierno se me filtró alguno"








"...Del mismo modo se pudo encomendar al antiguo agente de espionaje y resentido general Gutiérrez Mellado, primero, la desactivación y, pronto, la desarticulación de las Fuerzas Armadas. La Santa Sede colaboró activamente gracias a las designaciones episcopales de Pablo VI y a la entusiasta disposición del presidente de la Conferencia, Tarancón, en otro tiempo admirador del Frente de Juventudes del Movimiento. Los conversos suelen ser los más ardientes."

(Al Almirante Pita da Veiga)- "Entonces le aclaré que yo conocía bien a Suárez y la liquidadora misión que había aceptado, y estaba seguro de que trataría de venderles su "estampita" al modo gitano".

"Es difícil conocer las motivaciones de cada uno de aquellos generales y almirantes. Alguno quiso ganar una patente de democratismo, otros se dejaron engañar, los más se rindieron ante las presiones de arriba e interpretaron su consenso como un acto de disciplina"

"El teniente general De Santiago, que aún ostentaba el cargo de Vicepresidente del Gobierno para los asuntos de la defensa desde que lo designó Franco en el primer gabinete Arias, dimitió a finales de septiembre de 1976 con el pretexto de la disolución de la Organización Sindical y la legalización de las centrales sindicales que consideraba "responsables de los desmanes cometidos en zona roja". Aunque escasamente operativo, era el último obstáculo para la liquidación total y prefirió no ser cómplice. Pero, como afirmaba Talleyrand, celui qui n'est pas présent a toujours tort, el ausente siempre es el que se equivoca. Con esta dimisión el Ejército se ausentó definitivamente del gobierno porque el sustituto de De Santiago fue el general Gutiérrez Mellado que hizo todo lo posible para anular a las Fuerzas Armadas como institución vertebral, las redujo a una subalterna burocracia y las diezmó con el expediente de la "reserva activa". En suma, llevó a cabo la empresa que no pudo realizar Azaña. Este trascendental servicio fue premiado con un excepcional ascenso no reglamentario a capitán general, y con un marquesado."
"El motor del cambio fue el rey con los poderes recibidos  de las Leyes Fundamentales; el instrumentador fue Fernández Miranda, y los consentidos sujetos pasivos fueron los altos mandos militares. En último lugar las Cortes, y el pueblo español que, movilizado por los cuadros del Movimiento, votó a favor de un referéndum que no apoyaron ni el PSOE ni el PC. A muchos se les hizo creer que votar afirmativamente era pronunciarse a favor de la continuidad de la era de Franco. El Estado de las Leyes Fundamentales no se hundió, sino que fue laboriosamente volado desde la cúpula."
"Empezaba la liquidación de las Fuerzas Armadas que había anunciado a los altos jefes antes de su rendición colectiva ante Suárez. Quince años después, tras el retiro de miles de oficiales, reducción de unidades, estrangulamiento presupuestario, devaluación social y la llamada objeción de conciencia que diezmó a la tropa, los ejércitos se convirtieron en una sombra de sí mismos. Los oficiales perseguidos por el terrorismo dejaron de vestir el uniforme y tuvieron que vivir como acosados y exiliados en el interior de su patria. Previsible consecuencia de entregar la victoria a unos vencidos rencorosos.
Inspirados en ciertos déspotas orientales, algún emperador romano promulgó contra su desaparecido predecesor una damnatio memoriae que anulaba sus decretos, prohibía mentarle e instaba a borrar su nombre hasta de las lápidas. Quizá una especie de odio al padre. La II Restauración dictó una indigna proscripción póstuma de su progenitor. Al mismo tiempo que se llevaba a cabo la demolición institucional y la castración militar, se trató de imponer una especie de demonización de Franco, a pesar de que en el primer momento, a propuesta de Arias, el Rey le hubiera concedido un ducado e inscrito su nombre como ejemplar a la cabeza de los escalafones militares. Pronto, mencionar a Franco sin denuestos se convirtió en acto heroico y en una condena al ostracismo. Esta campaña fue en aumento: se retiraron estatuas, como la de Valencia, ciudad que el Generalísimo había salvado para siempre de las avenidas del Turia; se desmontaron placas conmemorativas con lo que obras de la envergadura de autopistas, las grandes presas o el trasvase Tajo-Segura se convirtieron en hospicianas sin origen conocido. Incluso se llegó a retirar el nombre del Generalísimo de la gran avenida madrileña edificada bajo su mandato, con lo que la capital que honra en su callejero a centenares de insignificantes personajillos, ignora oficialmente el nombre de quien la liberó de los comisarios soviéticos. Por entonces, como homenaje al invasor moro, se dio el nombre de un medieval emir Mohamed a una calle próxima al palacio de Oriente."










martes, 13 de septiembre de 2016

GONZALO FERNANDEZ DE LA MORA. DE UN TIEMPO Y UN PAIS (2)





DEMOCRACIA PARLAMENTARIA:

“La democracia de sufragio universal inorgánico canalizado por los partidos funcionará mejor o peor según las circunstancias concretas; pero  la fundamentación teórica que pretende convertirla en un imperativo moral es insostenible.
En ningún lugar una gran sociedad se gobierna a sí misma; siempre la gobiernan unos pocos. Esos pocos ni siquiera representan a los que les han elegido. La voluntad general no existe, y la opinión pública es cambiante, sujeta a manipulación, y no puede ser representada de manera estable. Además, la regla de la mayoría es una pura arbitrariedad. Entonces ¿qué es realmente una democracia partitocrática? Es un sistema de gobierno en que, de vez en cuando –generalmente cada cuatro años- se permite que el electorado decida por mayoría relativa cuál de las distintas oligarquías en pugna –casi siempre dos o tres- va a gobernar. Y dichas oligarquías,  que son  las cúpulas  partidos, se forman por cooptación y tienden a ser cada vez más cerradas…..Consecuentemente, lo de la soberanía popular y la fiel representación de la voluntad general es simple retórica, incompatible con una teoría racional del Estado”.

APRECIACIONES POLITICAS DE UN TIEMPO Y UN PAIS

“Creo que aquél fue uno de los mejores equipos que jamás ha tenido el ministerio, (de exteriores), gentes capaces y leales, un equipo de señores”. (Compárese con la actualidad)

“….Así se llegó a la firma del Tratado Preferencial con la CEE, el de 1970. Fue un acuerdo óptimo para España que, sin concesiones, obtuvo extraordinarios beneficios a corto plazo, superiores a los que, tres lustros más tarde, se derivarían de la plena adhesión al Tratado de Roma. Tal éxito se logró gracias a la posición de fortaleza económica y política que entonces ocupaba España, al acierto negociador y a la total ausencia de premuras y presiones”

“De la nación que había establecido una estrecha alianza con la primera potencia planetaria dirían después los socialistas que estaba internacionalmente “aislada”. La vil inquina y la falaz autopropaganda llevan a la negación de la evidencia”.

“Durante el mandato de López Bravo no se cedió ni un ápice en Gibraltar. La entrega la iniciaría, después de la muerte de Franco, un diplomático que, con docilidad rayana en el servilismo, había sido secretario de Castiella, el ministro que debe pasar a la historia como el inquebrantable capitán del último asedio de Gibraltar. La rendición la consumó el marxista Fernando Morán…Hoy la devolución está más lejana que nunca por la debilidad de España, por la intensa infiltración extranjera en todo el tejido nacional, y por los neutralistas devaneos españoles que incitan a los países occidentales a desear  que el Estrecho, incluso Ceuta, estén en manos “seguras” y a ellos los españoles actuales no se lo parecen”.

“Ningún cristiano razonable puede aprobar la demoledora política de Pablo VI en España, dominado por un inexplicable rencor contra el Gobierno más católico del mundo”.

“los vengativos gobernantes belgas, en nombre de la democracia, no dieron a los rexistas mejor trato que los crueles legionarios de Escipión a los cartagineses y a los numantinos”.

“Definir la crisis de 1969 como el triunfo de los tecnócratas sobre los falangistas sería inexacto y desinformador. Desde mis primeras conversaciones con Franco y con Carrero…llegué a la conclusión de que su objetivo principalísimo era reunir un equipo de hombres eficaces y leales que, sin reserva alguna, apoyaran la instauración de la monarquía de las Leyes Fundamentales en la persona de Don Juan Carlos de Borbón. Esta es la clave de aquel gobierno y lo que le diferenciaba de los anteriores donde había ministros no monárquicos  o contrarios a la línea del Conde de Barcelona o simplemente regencialistas. Esta última fórmula permitía evitar la figura de un monarca sin necesidad de modificar la normativa constitucional. El argumento que esgrimían estos colaboradores de Franco era que tanto el Conde de Barcelona como su hijo, fueran cuales fuesen sus declaraciones y aún juramentos, demolerían el Estado del 18 de Julio para establecer una “república coronada”. Hay que reconocer que acertaron en sus previsiones: la Constitución de 1978 es aún más republicana y partitocrática que la de 1876, y menos presidencialista y unitaria que la de 1931….los que, después de la instauración, han afirmado que la dinastía se había restaurado a sí misma en virtud de su propia legitimidad y contra la voluntad de Franco se mueven en una tesitura no sólo de sonrojante adulación sino sencillamente orwelliana”.




CARRERO

El almirante, motivado por su catolicismo íntegro y profundo y por su vertebral sentido del honor, era hombre de una moralidad ejemplar. Jamás me mintió, lo que en un gobernante raya con la utopía. Nunca le sorprendí en la menor deslealtad respecto de nadie. Era discreto; pero cuando se manifestaba, su sinceridad llegaba a ser de una rotundidad cristalina. No desviaba sobre nadie ninguna de sus responsabilidades propias. Era uno de los militares españoles técnicamente más capaces y uno de los más cultos que he conocido. Diagnosticaba bastante bien a las gentes y trataba de rodearse de los mejores. Carecía de poder comunicativo con las masas; pero tenía con sus colaboradores el carisma del mando por el enorme respeto que inspiraban su patriotismo, su laboriosidad, su excelente información, su capacidad de escuchar y decidir, su austero desinterés personal y, en suma, su altura ética….Tengo a Carrero Blanco por uno de los gobernantes más ejemplares que ha tenido España”.

TORCUATO FERNANDEZ MIRANDA

“…De apariencia segura; pero a veces sorprendente. Encarnaba la monarquización de la Falange. Leía y pensaba; un intelectual demasiado tentado por el poder, y no supo dejarlo a tiempo. Al final, erró gravemente y, como no tenía un pelo de tonto, se percató y acabó doliéndose en el fondo del ánimo. Creo que su muerte fue más psíquica que somática”.






CARDENAL TARANCON

“Funesto para la iglesia de España y cuyo más grave defecto no era la deslealtad que tan reiteradamente ponía de manifiesto”

JOSE UTRERA MOLINA

“Promovido a ministro del Movimiento, es el gobernante más perpetuamente joven que he conocido. Estaba firmemente inmerso en una etapa brillante de España, y le tocó asistir desde el gobierno a una de las más oscuras, la de la muerte de Franco, y la carrera de las deserciones. Nunca cambió de bandera. La política partitocrática no está hecha para varones de su frontal decoro”.

“A la casi totalidad de mis compañeros de gobierno difícilmente podría considerárselos “políticos” en una partitocracia. No vivían de la cosa pública, no mentían sistemáticamente, no compraban publicidad encubierta, no hacía demagogia, no reclutaban clientes, no sobornaban ni cobraban comisiones ni negociaban con influencias. No habían hecho de la política un medio de vida. Sus existencias eran mucho más anchas que una cartera o un escaño. Manejaban más ideas que ideologías tópicas. Les importaba resolver eficazmente problemas reales y no la politiquería. En suma, eran “gobernantes”, una actividad nobilísima y, en estos finales del siglo XX, cada día menos ejercida en España”.
“No sólo no reniego, sino que me enorgullezco de haber participado en esa obra, y de haber pertenecido al Gobierno que alcanzó la que hasta entonces era la más alta cota de bienestar nacional, un nivel que, luego, tardaría más de una década en recuperarse”.


FERNANDEZ DE LA MORA, MINISTRO


“Jamás politicé ninguna inversión, aunque tuve que padecer que otros trataran de hacerlo, generalmente fuerzas locales…..El ejemplo arquetípico de mi mandato fue el tramo ferroviario Burgos-Santander. En una visita a Cantabria, la para mí entrañable tierra de mis abuelos y cuna de Castilla, declaré que no construiría dicho tramo porque el escaso tráfico previsto no lo justificaba y porque la línea colateral existente satisfacía las necesidades razonablemente. En suma, desde el punto de vista nacional sería una pésima inversión. Aprovechando mi franqueza, un cacique local convirtió aquellos kilómetros de posibles raíles en su bandera electoral. Me llovieron los telegramas, las interpelaciones, las visitas de comisiones montañesas, las apelaciones al vicepresidente, que era santanderino, y al jefe del Estado. La prensa cántabra encontró en aquel ferrocarril un filón, que para así hubiera anhelado Campoamor, y consumió toneladas de papel, ya amenazador, ya lacrimoso. Clamaron en el desierto: veinticinco años después, el tramo sigue en proyecto, y estoy seguro de que no se construirá porque es un absurdo económico. Tres años de retórica demagógica ¿les servirían para algo a sus protagonistas? Nunca me preocupé de averiguarlo, entre otros motivos porque nunca retuve sus nombres; pero dudo que la demagogia pueda ser fértil, incluso a escala aldeana”.
(Tras haber participado en una cena ofrecida por ABC tras su nombramiento en el que hizo un elogio de aquella casa) “…Si cuando, de madrugada y muy cansado, regresaba a mi casa, alguien me hubiera dicho que quince años después aquel periódico habría de sumarse a la conspiración marxistizante del silencio contra mi obra intelectual, lo hubiera tachado de loco. Por desgracia, la mía es sólo una anécdota reveladora de una categoría general. Lo grave es que el periódico se ha ido sumando, cada año más rencorosamente, a la campaña denigratoria del Estado que le devolvió la libertad el 1 de abril de 1939 y al que había servido durante más de tres décadas. Si aquel gran caballero que fue Juan Ignacio Luca de Tena, dos veces embajador de España y procurador en Cortes designado por Franco, resucitase, estallaría de rubor ante la progresiva pérdida de decoro moral en que ha ido cayendo la institución que él mantuvo siempre dentro del código del honor”.
“Al dar posesión a un alto cargo repetía unas palabras que, más de una vez, escuché a Franco:”He pedido su colaboración para que, cuando así lo piense, me diga no, porque para escuchar siempre me bastaría el ordenanza”. Cuando escandalosamente se puso de manifiesto la corrupción generalizada que suele conllevar las partitocracias, se utilizó como desesperado “argumento” que siempre había existido corrupción administrativa en nuestro país….He sido testigo de una honestidad ejemplar e incluso de una austeridad habitual en la Administración durante la era de Franco. No he tenido conocimiento personal de ningún caso de peculado o cohecho, ni jamás se me propuso la comisión de tales delitos ni de faltas análogas. Es una perversa calumnia tratar de disculpar a los notorios ladrones de hogaño con la vieja maligna exculpación:”todos son iguales”. El Ministerio de obras Públicas, que era el máximo departamento inversor, ofrecía más posibilidades de corrupción que otros. Una comisión del uno por ciento equivaldría a más de mil millones anuales. Mis antecesores cesaron en el ministerio tan pobres como entraron, y habían dejado en aquella casa una tradición de honradez sin tacha. Recuerdo, por ejemplo, el modesto piso de donde salió el féretro con los restos del ex ministro Jorge Vigón. Lo primero que le recomendaba a mis colaboradores era que administrasen los fondos públicos con la más absoluta escrupulosidad. Y estoy seguro de que así lo hicieron. Ricardo Gómez Acebo fue mi subsecretario y, como tal, firmó libremente por decenas de miles de millones. Falleció en 1977 con sólo 63 años de edad, y dejó un patrimonio tan módico que su viuda me confesó la imposibilidad de dar carrera a sus hijos….No ya una comisión, ni un lápiz se llevaban los servidores del Estado que he conocido en una dilatada vida de funcionario público…Luego, la ruindad ucedista, corroborada por los socialistas, nos privó a una treintena de españoles de la exigua indemnización de ex ministro que se venía abonando desde principios del siglo XIX. Pero a los ex ministros del Gobierno estatal y de los autonómicos de la II Restauración se les reconocen pingües compensaciones o jubilaciones”.

“Fue un trabajo fértil, y además honroso. El mayor honor de mi vida es haber colaborado con uno de los máximos y más ejemplares gobernantes que ha tenido Hispania desde los tiempos en que era provincia de Roma. Traté de ser fiel a mi idea del servicio público y a mi concepción del Estado de obras. Ni me olvido ni me arrepiento”.

lunes, 29 de agosto de 2016

GONZALO FERNANDEZ DE LA MORA. UN ESPAÑOL IMPRESCINDIBLE (I)



Hace mucho tiempo que tenía esperando su turno las memorias de D. Gonzalo Fernández de la Mora, publicadas bajo el título RIO ARRIBA. Unas veces una nueva adquisición requería más urgencia, otras, el olvido tras algún volumen ya de por sí escondido han retardado la lectura de esta obra que hoy aconsejo como imprescindible y que ha supuesto un verdadero deleite para conocer la vida y pensamiento de uno de los intelectuales más importantes de la España del siglo XX. Su faceta política fue muestra de su integridad moral y sólo el hecho de ser el fundador de RAZON ESPAÑOLA, la revista de pensamiento más importante de la España postfranquista, sería suficiente motivo para que Gonzalo Fernández de la Mora ocupe un destacado lugar en el panteón de hombres ilustres de una Patria a la que sirvió y de la que nunca se aprovechó.

Ni  será lugar éste para el relato biográfico que puede seguirse en la obra referida arriba o en muchos otros medios ya publicados; será espacio para distintas y valiosas reflexiones de un hombre, sus inquietudes, su lúcida visión de España y su superioridad ética en los momentos que empiezan a marcar la decadenc ia de España y de la civilización occidental.

He aquí la primera entrega de varias que seguro no dejarán indiferente a nadie.

(Sobre la Iglesia y la Patria)

“Las blancas túnicas y los cirios temblorosos. Las losas húmedas cimentadas sobre castigados huesos. Ya apenas hay monjes, y los supervivientes rehúyen el hábito tradicional. Aquella pulquérrima liturgia llegó a través de los siglos, hasta mediados del vigésimo, y la vi extinguirse con la gran crisis posconciliar que diezmó el clero. En sólo un lustro, el rito secular se convirtió en arqueológico”

“Impregnado del clima épico de la reciente victoria, me parecía imposible que España hubiera sido vencida alguna vez. No pude imaginar que asistiría a la inversión de aquel triunfo”

“Cipriano Cavero, un sacerdote inteligente, sensible y generoso, que pocos años después, se iría a misionar indios en Centroamérica. No volví a verle hasta que, hacia 1972, pasó unos días por España para enterrar a su madre. Nuestro fugaz encuentro….me dio una visión directa de la trágica crisis espiritual en que se despeñó una parte considerable, si no mayoritaria de la Compañía”

“…Eso se lo debo a los ignacianos que regresaban del amargo exilio, que compartían con más de media España el entusiasmo de una Cruzada, y que no tenían complejo alguno de inferioridad ante el ateísmo y la permisividad. Además, poseían la inmensa fuerza de creer firmemente en lo que enseñaban. No podría decir lo mismo de otras hornadas posteriores que he conocido más de lejos, desustanciadas en el vano intento de consonar lo inconciliable”

“Y la paz abierta, sobre todo para los hermanos equivocados, aunque a muchos no se les empezaría a caer la obstinada venda de los ojos hasta el autodesplome del marxismo, medio siglo después. Una paz sin odios para la regeneración en la unidad, la libertad y la grandeza….Amaba a España en sus glorias y a pesar de sus caídas…..No me habían ocultado las miserias del Guadalete  a los afrancesados; pero, quizás por pudor a lo más próximo, habían pasado de puntillas sobre una centuria larga, desde el rey felón hasta las checas…..No reprocho, sino que agradezco a mis educadores haber vivido el torso de la existencia, como tantos de mi tiempo, en un patriotismo idealizado, porque ese sentimiento ha sido un poderoso motor de acción y de esperanza. Dura mutilación la de quienes se crían huérfanos de historia y de destino”

“No era el Estado quien se apoyaba en la Iglesia, sino ciertos eclesiásticos de radical intransigencia los que presionaban a la autoridad civil para que actuara de brazo secular en la ejecución de unas consignas morales tan obstinadas como estrechas. Cuando esto escribo, un sacerdote enseña a sus alumnos del colegio jesuita de Chamartín que la era de Franco fue mala porque el Generalísimo mandaba censurar ciertas escenas de algunos espectáculos. Así reescriben nuestra pequeña historia los irresponsables o los cínicos. Y me pregunto si, tácitamente, aprueban el insoportable diluvio porno gráfico actual”





(De su estancia en Alemania)

“Los vencedores aplicaron a los alemanes un duro tratamiento  psicológico.No les bastó derrotarlos y dividirlos; se empeñaron en que se sintieran culpables, no sólo de la muerte de judíos, crimen del que era responsable una minoría fanática, sino de haber sido nacionalsocialistas –lo que afectaba a una mayoría inmensa- y, sobre todo, de haber guerreado. Esto último excluiría de la condena únicamente a los prófugos.  El complejo colectivo de culpabilidad era obligatorio; los medios de comunicación lo predicaban como un estribillo….En el fondo incluso los católicos monárquicos y antinazis estaban orgullosos de haber llegado, solos frente al mundo, hasta las inmediaciones de San Petersburgo, el Cáucaso y Alejandría….y así fue cómo, entre escombros y lavados de cerebro, los alemanes supervivientes de la catástrofe levantaron la estructura social, económica y política más sólida de la remanente Europa libre, es decir, de la no entregada a la URSS en Yalta”

“Tardé en comprender que el respeto a la jerarquía era la secreta arma social de los germanos. Son la contrafigura del más o menos envidioso igualitarismo hispánico”

“Salí de Alemania con un absoluto e invencible desprecio  hacia los marxistas confesos que parasitaban las imprentas occidentales y que se tornarían liberales al día siguiente de la caída del muro de Berlín. La actual administración socialista está rociada de tales gentes que, por su currículum, carecen de presentabilidad intelectual y moral. Quien en el mundo libre haya predicado el marxismo no tiene más salida digna que retirarse a la silente, humilde y vitalicia atrición. Lo otro es cinismo puro y duro….Ya vivimos nuestros siglos de oro regidos por germanos, los Habsburgo. Luego, bajo el signo francés, la decadencia”

(Varios)

“La esquizofrenia negativa de los actuales configuradores de la opinión pública hace que España viva de espaldas a sí misma, y ha conseguido que no se lea, no ya a los clásicos o a modernos como Azorín, sino a inteligencias tan próximas y aleccionadoras como Ortega y Marañón”

“Desde ATENEO se trató de reconstruir la unidad en torno al ideario, reactualizado de Acción Española; pero, desasistidos por los principales centros de poder cultural, público y privado, perdimos una batalla del pensamiento y se inició el camino que, a través de un lento desmantelamiento intelectual del Estado, desembocaría en su destrucción a la muerte de Franco. Muchos de los que entonces se enmascaraban de católicos o de falangistas mostrarían, al fin y al cabo, su verdadera faz, ya demoliberal, ya socialista, ya comunista y, por cierto, agnóstica….los actuales lodos vienen, pues, de una polvorienta lejanía. La historia no la determina el epigastrio, como creía Marx, sino el seso….Era la sempiterna tentación hispánica de los revanchismos, cuya más intensa y penosa manifestación vivida por mí no fue la de la posguerra civil, sino la de la II Restauración, infatigable en el denuesto, maquiavélica en la falsificación histórica, e inexorable en la persecución del resistente a la reeducación partitocrática”



“Hacía sólo tres años que uno de los gobernantes más funestos de la edad contemporánea, a quien la propaganda falaz fabricó un mito, Franklin D. Roosevelt, se había humillado, arrastrándose en una silla de ruedas hasta Crimea para entregar a Stalin media Europa y, luego, luego pedir a los aliados leales la indiscriminada autodeterminación de unos territorios coloniales de arbitrarias fronteras y carentes de madurez. Los horrores padecidos por las naciones del este europeo, las forzadas migraciones masivas, los conflictos de Oriente Medio, Asia y el Caribe, la anarquía de una gran parte de África y el inmenso coste de medio siglo de guerra fría con la amenaza del holocausto nuclear fueron el precio que pagó la humanidad por la flaqueza de un moribundo que aspiraba a conservar una imagen izquierdista y que pretendió disimularse tras la increíble ficción de que Moscú se comportaría democráticamente…..a diferencia de pueblos como el polaco o el rumano, nuestra excepcional victoria de 1939 nos permitió mantenernos en libertad”





lunes, 16 de mayo de 2016

3ª BANDERA DE FALANGE DE ARAGON




La 3ª Bandera de Falange de Aragón se constituye el 10 de septiembre de 1936 con 9 falanges, las numeradas 9, 16, 30, 33, 35, 41, 49, 50 y 51, siendo situada en posiciones defensivas en Villafranca de Ebro-Perdiguera. Formó parte de la 53 División, y al mando de la misma fue nombrado el entonces Capitán de Caballería habilitado D. Mariano Escribano de la Torre que ocuparía este puesto durante toda la guerra acabando con el grado de Comandante. Este hecho hizo que imprimiese a la unidad un espíritu excepcional.
Ya antes de constituirse la unidad las distintas falanges que la formarían participaron en distintos hechos de armas frente a la columna anarquista Durruti-Pérez Farrás manteniendo las posiciones en la línea que les había sido encomendada.
Ya formando la 3ª Bandera le toma al enemigo Leciñena el día del Pilar llegando a final de año a las posiciones de Villafranca de Ebro. Alternándose con la 7ª Bandera detiene los intentos enemigos de tomar la Sierra de Alcubierre. el día 9 de abril del 37 recibe la orden de reforzar a la 7ª al producirse el ataque más fuerte a la posición hasta el momento y después de perder la posición de San Simón organizaría un contraataque a las 3:30 horas de la madrugada del día siguiente con tres falanges y una Compañía del Tercio Sanjurjo. la posición se recuperaría en media hora siendo felicitada la unidad por esta acción.
En la Sierra de Alcubierre permanecería hasta el 4 de mayo donde rechazaría dos duros ataques los días 11 y 12 de abril teniendo 10 muertos y 101 heridos. Después, y hasta fin de año alternaría la defensa de esta sierra con otras unidades y durante este período cabe destacar la recuperación de unas posiciones en el Monte Calvario el día 16 de junio que habían sido perdidas por otra unidad y la contención de un durísimo ataque el día 15 de julio que comenzó a las 19 horas después de tres de preparación artillera y que tras su fracaso se repetiría a las 21 horas ya en combate cuerpo a cuerpo. El enemigo sería derrotado a costa de 41 bajas.

D. mariano Escribano de la Torre
El año 1938 comenzaría con su reorganización en Zaragoza donde recibiría el refuerzo de 50 falangistas asturianos y una Centuria de la 1ª Bandera de La Coruña recientemente disuelta. Con este refuerzo la Bandera quedaría estructurada en 4 Centurias de fusiles, 1 de ametralladoras y 1 Sección de Transmisiones y partiría hacia el frente el 31 de enero para ocupar la posición conocida como "Las Crucetas" cerca de San Mateo de Gállego donde permanecería hasta el 19 de marzo en la que pasaría a Granja de Almudévar desde donde partiría en la ruptura del frente de Aragón. Tres días después asalta las posiciones enemigas en vanguardia tras fuerte preparación artillera y de aviación. Desplegada en línea y encabezada por sus oficiales avanza sin disparar hasta las posiciones enemigas. Es la 1ª Centuria la que llega antes encabezada por el alférez de Milicias Carlos González, falangista procedente de Soria que herido dos veces tendría las fuerzas para entrar en la trinchera enemiga al frente de lo que quedaba de los 50 falangistas sorianos que mandaba para morir en ella. Tras combate con granadas de mano se hacen 200 prisioneros al coste de 58 bajas. Esta acción servirá para que la unidad fuera propuesta para una recompensa colectiva.
El 26 de mayo es ocupado Polemiño y el 29 pasa el río Cinca cerca de Alcela llegando a Albalate de Cinca donde sorprendida por una crecida del río queda incomunicada con la retaguardia sin que el enemigo aprovechase la ocasión para atacar.
El 3 de abril está en Roselló y el 10 alcanza el Segre por la desembocadura del Farfaña siendo atravesado por una sección gallega al mando del alférez García Siso estableciendo una pequeña cabeza de puente mientras la División 54 hace lo propio en Balaguer. Aquí permanecería los meses de abril y mayo repeliendo varios ataques enemigos, especialmente duros el día 22 de mayo. El 25 tomarían posiciones en el sector de Balaguer donde resistirían un ataque al día siguiente y donde unas fiebres palúdicas mermarían de manera importante su capacidad combativa.
A finales de agosto es relevada para descansar y reorganizarse pasando a posiciones defensivas en el Segre en la segunda mitad de septiembre. En octubre la unidad es llevada al Ebro, ocupando la posición de Cuatro Caminos en el kilómetro 7,5 de la carretera de Gandesa a Villalba donde rechazaría varios ataques.
El día 9 tiene que ocupar la posición 102 que era una loma muy fortificada de cuatrocientos metros de frente donde otras unidades habían fracasado. Escribano destaca la 1ª Centuria seguida de la 4ª por la derecha y a la 2ª por la izquierda. El teniente Primitivo Gargallo Manero está al frente de la 1ª Centuria y avanza por terreno batido siendo herido por dos veces lo que no fue obstáculo para llegar hasta las alambradas y con bombas de mano entrar en la posición seguido de sus hombres tomando la parte derecha de la posición. La 4ª Centuria abre aún más la brecha pero la 2ª se estrella contra las alambradas por la izquierda a costa de muchas bajas y bajo una situación crítica.


Teniente Primitivo Gargallo Manero
El alférez provisional Rafael García Siso había sido promovido a ese empleo el día 8 de abril y desbordó a la 2ª Centuria por la izquierda llegando a la alambrada de un primer reducto donde es herido, abre una brecha siendo herido por segunda vez y con granadas de mano llega hasta la posición ocupando una parte y desde aquí siguió su penetración hasta acabar ocupando toda la posición. Un primer intento de contraataque desde la contrapendiente es detenido.
El teniente Gargallo continuó al mando de la 1ª Centuria hasta el restablecimiento de la normalidad siendo evacuado entonces por orden de la superioridad y muriendo en el hospital una hora después. Recibiría con posterioridad la Cruz Laureada de San Fernando.
Por su parte el alférez Siso continuaría en su puesto resistiendo los contraataques enemigos recibiendo una tercera herida que esta vez sería letal. También se le concedería la más preciada Orden Militar española. Dos gallegos llamados a ocupar un puesto de preponderancia entre los mejores hijos de España.

Alférez Rafael García Siso
En este combate murieron 3 oficiales, 1 suboficial y 40 falangistas. También fueron heridos 9 oficiales más, 5 suboficiales y 115 falangistas.
hasta el 9 de noviembre la Bandera sigue en el Ebro siendo conducida al Segre para ayudar a la reducción de la cabeza de puente establecida por el enemigo en la margen derecha del río avanzando seis kilómetros por la carretera de Fraga a Lérida hasta encontrar dura resistencia volviendo a la margen izquierda.
Ya en diciembre toma parte, desde Balaguer, en la ofensiva sobre Cataluña. Tras el consabido fuego artillero y aéreo se abre paso la Bandera con bombas de mano distinguiéndose el alférez de la 4ª Centuria Gregorio Sáenz Antón, que habiendo sido herido antes de comenzar el ataque salió con su sección y cuando estaba a punto de conseguir su objetivo es alcanzado por un proyectil de un cañón contra-carro muriendo al instante. Su sacrificio le valdría la concesión de la Medalla Militar Individual.
El día de fin de año ve a la unidad entrando en Cubells, siguiendo por la Guardia donde hace 150 prisioneros, San Martín de Claravall, Torá, Salzoria y la zona de Buga. A primeros de febrero cruzaría el Llobregat ocupando Alpens y San Quirico de Besora.

martes, 19 de abril de 2016

4ª, 6ª y 10ª BANDERAS DE FALANGE DE ARAGON





El Cuerpo de Ejército de Aragón estuvo formado por las Divisiones 51, 53 y 54; en las dos primeras hubo Banderas de Falange, todas ellas de Aragón además de la 1ª Bandera de La Coruña. Pero vayamos por partes.
Formando parte de la 51 División se encuadró la 4ª Bandera de Aragón, creada el 22 de diciembre de 1936 y tomando posiciones defensivas en el pueblo oscense de Alerre. Desde aquí tomó parte en todas las operaciones a lo largo del asedio a la capital de la provincia tanto en posiciones defensivas como de apoyo a posiciones atacadas por el enemigo.
Ya en marzo de 1938 toma parte en la toma del pueblo de Almenar teniendo una actuación destacadísima el Alférez Provisional José María Calvo Ciria al frente de su Centuria en el asalto a una posición fortificada que dominaba el pueblo con granadas de mano. Tras la toma hubo de rechazar un fuerte contraataque. Calvo Ciria había sido un destacado agente de enlace como falangista voluntario en Siétamo y por todo ello fue condecorado con la Medalla Militar Individual.
En la ofensiva de Cataluña la Bandera estuvo en vanguardia ocupando Malavella en Lérida siguiendo a su División hacia Ripoll
La 6ª Bandera se organizó unos días antes que la 4ª y también intervino en la defensa de Huesca. En noviembre del 37 tuvo una destacada actuación en Almudévar rechazando un fuerte ataque enemigo. En enero recibe los restos de la 10ª Bandera como refuerzo y lanzada la ofensiva de Aragón participa en la ocupación de Horna y Tamarite de Litera tomando finalmente la presa de Camarasa el 8 de abril donde quedaría de guarnición en defensa de la central eléctrica de ese pueblo. La 2ª Centuria sería agregada a la 3ª División formando un Batallón Mixto de Montaña junto a otras unidades siendo incluida en la concesión de la Medalla Militar Colectiva que obtuviera esa división.
La Bandera quedaría en posiciones defensivas hasta mediados de enero de 1939 cuando, con su División, rompió el frente enemigo por Malavella, Lérida, hasta llegar a la zona de Ripoll y Ribas de Fresser. El fin de la guerra llega cuando 4ª y 6ª Banderas estaban en Guadalajara preparando una ofensiva que ya no fue necesaria.
La 10ª Bandera de Aragón se crea en marzo de 1937 participando en la defensa del pueblo oscense de Esquedas. Al mes siguiente participa en el mantenimiento de posiciones en Becha, Castillo, Castejón y la Torraza.
En junio participa en un fuerte combate en la posición de Cuezos en el sector de Almudévar. En septiembre se haya en la sierra de Presin soportando fuertes ataques enemigos. Permanecería en el frente de Huesca hasta enero de 1938 fecha en la que fue agregada a la 6ª Bandera como dijimos antes.
Es de destacar el comportamiento del sargento Sebastián de la Riva y Brun estando al mando de la posición conocida como "El Mogote" en la sierra de Presin el 26 de septiembre de 1937. Al mando de 10 hombres vio como eran cercados por el enemigo y después de un nutrido fuego de mortero se produjo el asalto que pronto mermaría la mitad de los efectivos de los defensores que además consumieron toda su dotación de granadas de manos. El sargento de la Riva empezó a devolver las granadas que el enemigo lanzaba dentro de la posición hasta que una de ellas explosionó y le destrozó la mano derecha lo que no fue óbice para que, a pesar del dolor irresistible, siguiera lanzando con la izquierda las granadas que un falangista herido le iba pasando. Casi 10 horas después el enemigo entraba en la posición, hallándolo sin fuerzas y fusilándolo a continuación.




miércoles, 26 de noviembre de 2014

2ª BANDERA DE ASTURIAS






En agosto de 1937 se organizó la 2ª Bandera de Asturias bajo la denominación de 6ª Bandera, siendo destacada en el sector de Grado. Trasladada a primeros de septiembre al frente de León para cooperar en la total ocupación asturiana tomaría parte, dentro de la llamada Agrupación Ceano, en la toma del puerto de San Isidro, avanzando con posterioridad hacia La Felguerina y Campo del Caso. La fuerte resistencia enemiga, la dureza del clima y lo escarpado del terreno propiciaron que estas operaciones fueran de especial dureza. Finalizada la campaña del norte y reforzada la unidad con distintas centurias de la provincia asturiana tomó la denominación de 2ª Bandera.
En noviembre es trasladada a Navarra y en diciembre a Castilblanco de Henares, en Guadalajara, de donde partiría finalmente hacia el frente de Teruel para encuadrarse en la División 84 con la que participó en las operaciones de cerro Gordo a finales de año y en la recuperación de Teruel en los dos primeros meses de 1938. En marzo participa en la campaña de Aragón llegando al mediterráneo por Villareal. En julio toma parte en la contención del enemigo y posterior contraataque durante la batalla del Ebro.
En los primeros momentos de contención es de destacar al cabo de la 3ª Centuria Valentín Vidaliño Couceiro que, herido dos veces y negándose a ser evacuado, mantuvo su posición y tras ser curado en primera instancia en la propia trinchera y ante el arreciamiento del fuego enemigo optó por hacer una salida armado con un fusil ametrallador consiguiendo acallar dos ametralladoras enemigas antes de volver a su posición. Mediante telegrama postal del Ejército del Norte de fecha 7 de septiembre de 1938 le fue concedida la Medalla Militar Individual.



Monumento erigido por los trujillenses en memoria de su párroco, Don Ramón Núñez Martín
Durante la fase de recuperación del terreno del recodo del Ebro destacaron el día 24 de agosto en la ocupación de la cota 220 el Alférez Capellán Ramón Núñez Martín, que tras la baja de los oficiales que dirigían el asalto tomó el mando de una Centuria y con la bandera nacional en las manos se lanzó al frente de sus hombres contra la alambrada enemiga, recibiendo tres impactos por los que no se deja evacuar hasta que fue finalmente herido de gravedad por granada de mano. Es entonces cuando el falangista Alfonso Fernández Soto toma en sus manos la bandera y atravesando la alambrada consigue poner su pie en el parapeto enemigo donde pierde la vida sin soltar la enseña. Ambos, capellán y falangista serían recompensados con la Medalla Militar Individual. Ramón Núñez Martín moriría en 2006 como párroco de Trujillo donde fundó diversas cooperativas y Cáritas en la localidad, estando siempre al lado de los más necesitados y recibiendo el reconocimiento de todos sus feligreses. La 2ª Bandera tomaría parte en la conquista de Cataluña, donde llegó hasta Figueras, liberando cientos de prisioneros que las autoridades rojo-separatistas mantenían en el Monasterio de Collel, tras hacerles a los guardianes 100 muertos y 600 prisioneros, la víspera en que iban a ser asesinados.